viernes, 19 de junio de 2015

Clásica Lagos Covadonga 2015, un reto personal.

Actualizo el blog, aunque no tiene nada que ver con las rutas por donde me muevo habitualmente me apetece que conozcáis la experiencia vivida, es el reto que me propuse para 2015,con menos de dos meses para prepararla entre unas cosas y otras, fue participar en una de las rutas de carretera con más participación de nuestro país, La Clásica de los Lagos de Covadonga.
Esta ruta es cicloturista, aunque como viene siendo habitual en las marchas con la toma de tiempos hace que mucha gente se la tome como un reto personal de superación contra el crono, vamos, una carrera, no era mi caso, solo tenía en mente poder terminarla.
Desde el jueves y acompañado por la familia estuvimos por Cangas de Onís que es de donde sale, la climatología hacía presagiar que la ruta se iba a hacer especialmente dura, no paraba de llover, no había donde meterse con dos críos pequeños!!! Los ratos de tregua eran para ir al parque a quemar energía…
El viernes por la tarde empezaba la entrega de dorsales y había una pequeña exposición con artículos de primeras marcas, todo un deleite para la vista, para los dorsales y la licencia por un día no hay que esperar cola, hay un montón de voluntarios que te hacen darte cuenta de la importancia de la marcha, la feria está empezando a coger color, se ve mucho movimiento de ciclista, muchos grupos, uno ya se empieza a poner nervioso… acabaré? Lloverá?? Huesera? Donde me he metido, menos mal que siempre se me viene a la cabeza mi amigo Pablo y hace que se me pase un poco el canguelo, hay que ser optimistas.
Encontramos un restaurante Italiano cerca del pabellón que rápidamente se empezó a llenar, eran las 20:30, la gente parece que tenía ganas de irse a descansar tempranito…platito de pasta para recargar (tipo profesional) con una cervecita y al  hotel a intentar descansar…
Sábado, día D, a las 7 de la mañana estaba el tío casi preparado, los nervios no dejaban dormir más a uno, lo primero que hago es asomarme por la ventana con los dedos cruzados (bueno fue lo segundo)…orbayu lo llaman en Asturias, esa nieblina que te pone pingando… menos mal que luego abrió un poco y la cosa se suavizó… salimos hacia Cangas.
A las 8:10 intentamos dejar el conche en el parking de la estación de autobuses, estaba petado, las esplanadas cercanas igual, tuve que dar la vuelta y entrar por la otra parte de Cangas, menos mal que encontré un hueco un una zanja que no molestaba junto a una gasolinera Repsol y ahí lo quedamos.
A las 8:30 estaba el tío en la meta y la familia camino del puente para ver la salida, no había visto nunca tanta gente montada en una bicicleta, madre mía, la gente estaba de cachondeo esperando a las gaitas con el famoso Asturias patria querida y el pistoletazo de salida… ya no había vuelta atrás.



El resumen de la marcha es lo más fácil y al final uno estaba mejor de lo que pensaba, el primer tramo hasta Ribadellesa pasa volando, el grupo te lleva literalmente, no tuve la sensación de peligro por circular en grupo que tanto se comenta otras veces, quizás no  se tenía ese estrés de competición, si es cierto que la ambulancia nos pasó varias veces a atender a ciclistas.

De Ribadesella a la falda del primer puerto, lo mismo, es un terreno con toboganes muy suaves que te dejan llevar y coger velocidad, aquí nos cayeron algunas gotitas de agua, pero nada que ver con lo sufrido en los días previos. En las puertas de la Tornería está el primer avituallamiento, paro a hidratarme y a coger comida, tengo intención de parar en todos, aquí muchos ciclistas me pasan. Empieza Tornería un puerto precioso que los primeros kilómetros se suben muy cómodos, me toca parar a ayudar un chico que había pinchado y me comentó que llevaba tiempo pidiendo una bomba y nadie paraba, no lo entiendo, tal y como lo cuento. Sigo la marcha y los dós últimos kilómetros entra la niebla y las pendientes serias, se hace duro pero todavía estaba fresco y lo subo bien. La bajada súper peligrosa, el firme con bacheado y muy mojado, gracias a todos los voluntarios que señalaban los puntos más críticos ya que si no quizás algo podría haber pasado, noté a la gente bajando muy conservadora, era lo que requería la ocasión.
El siguiente puerto, el Alto de Ortiguero se sube muy bien, casi ni te das cuenta es largo pero muy muy tendido, aquí subí en grupo chupando rueda e intentando no perder mucha fuerza, parada de rigor en el avituallamiento, platanito al cuerpo y relleno de botellas y disparado hacia Soto de Cangas.
Aunque el tiempo de la subida se toma en Covadonga, se puede decir que desde Soto el terreno empieza a picar hacia arriba.
En la rotonda de Covadonga ya se te ponen los pelos de punta con la gente animando al personal, aquí empieza la fiesta de verdad, rampa a rampa, curva a curva se va subiendo, pasé la Huesera sin poner pié a tierra y supe que completaría la marcha, los lagos te ponen en tu sitio, pero quizás podía haber subido un poquito más alegre. En meta y para mi sorpresa me estaba esperando mi familia otro premio que no me esperaba y que me hizo mucha ilusión que subieran, con el día como estaba fue todo un detalle y encima me ahorré la bajada en bici, que eso si que daba miedo en el estado que estaba la carretera!!!...
 


Gran experiencia, no hay lugar a dudas que la Clásica de Lagos es una de las grandes, por su recorrido y por su ambiente cicloturista.

Os quedo mi pequeño resumen de la ruta:




Saludos y a la bici!!!!!!


Pd: gracias a los míos por aguantarme esos días.

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